Siete años de rodaje se van notando
Ayer compartimos mesa, mantel y tertulia en La Criolla con el presidente del Valladolid. Nos encontramos con el Carlos Suárez de siempre, algo más delgado por aquello de que ha decidido volver a jugar al baloncesto, como en sus años mozos, y cada día con más poso y experiencia en este siempre complicado mundo del fútbol. Vimos a un presidente que está tranquilo en torno al rendimiento que puede llegar a dar el equipo. Convencido de que se ha fichado bien y de que Mendilibar pronto tendrá a punto a la gran mayoría de sus jugadores.
N os contó fuera de micrófono cosas que nunca contaremos y otras que sí se pueden contar. Está encantado con el trabajo de Juan Carlos Rodríguez como enlace entre la directiva y la plantilla. Valora muy positivamente la labor de Roberto Olabe, aunque sigue recordando, para bien, a Caminero. Volvió a confesar su convicción de que el Proyecto Arena saldrá adelante con el apoyo final de Tomás Villanueva. Es Suárez, el hombre que rige los destinos de un club que trata de estabilizarse deportivamente en Primera y de reducir su deuda, valorada, según él, en "veintimuchos millones de euros". Tras siete años en el cargo, ya se las sabe todas en este mundo del fútbol.