Descontrol y derrota en Málaga
Nuevo gatillazo del Valladolid lejos de Zorrilla. Esta vez en Málaga. Ante un rival que salió asustado al campo y al que los de Mendilibar dominaron con claridad durante los primeros veinte minutos. Pero la incapacidad para transformar las llegadas en gol le costó muy caro a un equipo que se fue diluyendo peligrosamente hasta que Baraja tuvo que marcharse al vestuario para que le cosieran la ceja. Ahí llegó el descontrol que cambió el partido. Trece minutos con un hombre menos en el campo (excesivo), el gol de Lolo, Borja ejerciendo de central, el cambio a la desesperada de Víctor para variar lo que al entrenador no le estaba gustando, la lesión de Escudero, que estoy seguro iba a ser ya antes el sustituido. Canobbio de extremo derecho. Se juntaron muchas cosas y ninguna buena para un Valladolid que anduvo, hasta que salieron Pedro León y Medunjanin, como pollo sin cabeza en el campo y en la dirección desde el banquillo.
La conclusión es que cuando el equipo recuperó el balón volvió a demostrar que futbolísticamente era superior al Málaga. Pero tras el dos a cero todo fue remar contracorriente y aún así casi empata Vivar Dorado. El caso es que el Valladolid se volvió de vacío de un campo en el que nunca debió de perder. Fue un equipo irregular que por momentos perdió los papeles con demasiada facilidad. Hombres como Escudero, Ogbeche, Canobbio o Nano tienen que ofrecer mucho más. Tres salidas y tres derrotas. Preocupante.