Pagas, sí, pero no sabes lo que vas a ver

Se lo escuché un día a Pedro Pablo San Martín, y no quiero apropiarme de la frase, aunque sí tomarla prestada: "El fútbol es el único espectáculo en el que pagas sin saber lo que vas a ver". Se refería al hábito de los entrenadores, ya muy extendido y sólo relativamente reciente, de no adelantar la alineación. Se lo comenté el otro día a Del Bosque en El Larguero y me pareció que le molestaba. Me chocó que le molestase, siendo como es. Y hasta pensé que en el fútbol está demasiado instalada la falta de respeto al cliente, un profundo desdén que empieza en el secreto de la alineación y acaba en las sillas sucias.

Hemos dado un salto más: Schuster ni siquiera anunció ayer convocatoria para el partido de esta misma noche. Decidirá esta mañana. O sea que no sólo es que no se sepa qué once van a jugar, es que ni siquiera se sabe qué dieciocho van a estar inscritos. ¿Inseguridad? Eso es lo que pienso. O puede ser que se trate de un pretendido ejercicio de despiste para el rival, al que se pretende negar cualquier conocimiento previo de las propia fuerzas. Como esas batallas en las que se colocaban la infantería y la caballería bajo la niebla, al amanecer, ocultos los movimientos a los ojos escrutadores del general enemigo.

Quizá eso transmita seguridad al entrenador, pero a mí me parece infantil. Puedo invocar casos en los que se ha ganado sin esa argucia. Sin ir más lejos, la Selección y la Eurocopa: prácticamente en cada partido se supo el once de España, según los entrenamientos previos. Luego jugaron esos y ganaron. El de enfrente lo sabía, pero no le sirvió. ¿Vale el ejemplo? Sólo para los entrenadores que se sientan seguros de lo que van a hacer. Para otros, no tanto. Y volviendo al Madrid, ¿qué hará? Pues yo sospecho que jugará Raúl, y que la duda es quién se queda fuera. No sé por qué, pero me figuro que Van Nistelrooy.