No es el momento de desesperarse
Llevamos cinco días de Juegos Olímpicos y de momento van dos medallas las que hemos conseguido. Para algunos serán pocas, pero entiendo que no es el momento de desesperarse. Recuerdo como en Atenas la primera semana de competición fue muy parecida a ésta y luego comenzó el despegue de medallas españolas. Aquí, tal como está el calendario de pruebas, va a pasar lo mismo que hace cuatro años.
La Casa de España en unos Juegos Olímpicos es como un hogar para los españoles que estamos aquí. Lo que han montado en Pekín el presidente del COE, Alejandro Blanco, y el vallisoletano Paco Martínez es un auténtico lujo. Muy céntrico, al lado de la plaza de Tiananmen y de la Ciudad Prohibida, cuenta con todos los detalles para que después de una dura jornada, los españoles, seamos príncipes, deportistas o periodistas, podamos acudir a ella y siempre ser bienvenidos. Hoy estaré viendo a Nadal. El manacorense va creciendo a medida que avanza el torneo. Sólo tendrá que superar al austríaco Melzer y estará en semifinales ante Novak Djokovic. Rafa Nadal es nuestro valor más seguro en cuanto a resultados se refiere, y con su juego lo demuestra. Otra final contra Roger Federer sería el no va más. Esa medalla es segura, cuento con ella.