El largo y cálido verano de Cristiano

El largo y cálido verano de Cristiano

Sanseacabó. Cristiano Ronaldo ha hecho unas declaraciones al diario portugués Público (que ayer adelantó un extracto de las mismas en su web) que me resultan inequívocas. Ferguson le ha convencido, jugará el año próximo en el Manchester (más allá queda abierto), lamenta lo ocurrido, se culpa de haber ilusionado al Madrid y de haber enfrentado a los dos clubes, confirma que hubiera deseado el traspaso, pero da marcha atrás. Aunque aún hay quien quiere ver en esta declaración una maniobra táctica para descomprimir a Ferguson, me resulta imposible comprar esa teoría. La encuentro inverosímil.

Con razón estaba Ferguson tan tranquilo anteayer. Su terquedad ha vencido. Hace poco me decía un alto cargo del Madrid que la lesión y la operación han obrado en contra del traspaso. Que un Cristiano sano e incorporado, poniendo malas caras en los entrenamientos, hubiera tenido más posibilidades de agotar a Ferguson que un Cristiano operado, de baja, de aquí para allá, cuya ausencia está justificada por las muletas. Puede ser. El caso es que el Madrid puso mucha ilusión en esta operación, la ha tenido más cerca que la de Kaká, pero al final sufre otro chasco que tendrá que superar.

La esperanza ahora se cifra en poder garantizar un acuerdo para el año próximo. Suena un poco a aquello de "avance elástico sobre la retaguardia". No estaría mal, pero eso no va a impedir que Calderón escuche de sus críticos, que son muchos, que tras lo de Kaká esto, que Florentino sí que traía galácticos y él no es capaz, y esto y lo otro. Tendrá que abrir el paraguas, porque el jugador es colosal y las esperanzas fueron muchas. Claro que de esto le puede sacar, como le sacó de lo de Kaká, el equipo, que aun huérfano de galácticos es muy bueno. Pero de momento lo que queda es un sabor a frustración.