Mudos y después cedidos

Entendí el silencio de Asenjo el año pasado para aislar a un chaval de 18 años que había irrumpido de manera espectacular. Todo el mundo le requería y después de un salto tan brusco convenía mantener al jugador centrado en lo suyo sin que se despistara lo más mínimo. Lo vi bien. Ahora se aplica la misma medida con todos los canteranos en cuanto aparecen por el primer equipo como si fueran tontos y no supieran hablar. ¿Cuántos medios van a entrevistar a estos chicos durante este verano? Si aplicamos la normalidad, todo debería desarrollarse de forma natural, dejando a los chavales hablar. La medida les aísla como si fueran estrellas. Asenjo es lo que es por sus paradas, nunca por los silencios que se le imponen y, aunque la medida inicial pudo ser acertada, parece absurdo que el palentino continúe 'castigado' a estas alturas sin poder hacer declaraciones. Es algo que ya no tiene sentido. Los entrenadores son muy dados a tener manías que les permitan demostrar su mando en plaza. A Mendilibar le ha dado por esto. A Kike también le dejó mudo y después le envió cedido al Poli Ejido. La medida sirvió de poco.