Villalonga donde estuvo Jaime Ortí

Villalonga donde estuvo Jaime Ortí

¿Hacia dónde va el Valencia? Esa es una de las preguntas difíciles del fútbol español. Gran ciudad, gran club, gran historia. Campeón de España. Y gran plantilla también, y en doble sentido: por la calidad de sus jugadores (tres titulares y un suplente de la Selección eurocampeona) y por su amplitud, porque vuelven y vuelven cedidos y el grupo pasa de los 35. Y, tras eso, una ruina imponente, una deuda que crece y una operación, la de la venta del viejo Mestalla, estrangulada por la crisis del ladrillo (crisis dentro de la Crisis), que ha resultado inoportuna para todos, pero más para el Valencia.

En esas condiciones, al hijo del señor rico que se compró el Valencia y se lo regaló, se le ha ocurrido fichar a un genio de las burbujas económicas, el conspicuo Juan Villalonga, en quien confía para encontrar cuatrocientos millones debajo de las piedras, de los que él se quedaría diez por los servicios prestados. Cuando llegó el hijo del señor rico, el que hacía y deshacía en el Valencia, y muy bien, era Jaime Ortí. El niño rico le quitó para ponerse él y organizó este monumental descalzaperros. Me pregunto si no sería mejor que repusiera a Ortí, con su sensata paciencia, en vez de buscar milagros villalongueros.

Porque Villalonga ha empezado regular. Ha puesto en solfa a Emery, que va a tener más difícil desde ahora su trabajo, que de por sí ya lo era. Le fichó Juan Sánchez, que ahora queda bajo Azkargorta (cuarto director deportivo en trece meses, tras Carboni, Miguel Ángel Ruiz y el propio Sánchez) y se sabe que Villalonga le ha echado los tejos a Luis. En fin, que el genio de las burbujas, antes de salir a buscar dinero, se ha puesto a meter la mano donde no debe: en el cuadro técnico. De ahí a querer hacer alineaciones no falta nada: sólo que empiecen los partidos. En fin, que yo hubiera preferido a Jaime Ortí.