Un director deportivo serio y eficaz

Un director deportivo serio y eficaz

Conozco a José Manuel Barla desde que llegué a Cádiz hace casi 19 años. Como jugador lo daba todo. Era un fijo en la banda izquierda del ataque en años donde el Submarino se debatía hasta final de temporada entre la vida y la muerte. Se entregaba hasta la extenuación y centraba como pocos en un Cádiz que emergía siempre en los últimos partidos de Liga. Eso sí, era serio, demasiado serio para un equipo donde los Linares, Manolito, Mejías o el mismo Mágico González daban un aire mucho más cercano a la indiosincrasia del gaditano.

Con el transcurrir de los años, Barla regresa a Cádiz y al club de su alma. Ingresa en el cuerpo técnico y tras el efímero paso de Carnero con su jefe Baldasano por la entidad cadista recoge el testigo y le encomiendan la dirección deportiva. No es un puesto fácil, entre otros motivos, porque triunfar en Cádiz habiendo nacido en la Tacita es complicado. Sin embargo, a mi me agradó la decisión del Consejo desde el momento que le propusieron el cargo y él lo aceptó. Si algo tiene Barla es que se entrega en cuerpo y alma al club de sus amores. De momento, los fichajes realizados no desentonan y firmar a Natalio ha sido un acierto que otros no le arrebataron ni con dinero en mano. Ahora, en Brasil, Barla busca nuevos valores que den sus frutos en el Cádiz. Si la memoria no me falla, Tilico y Jordao fueron los últimos brasileños que por aquí pasaron y el primero lo hizo fenomenal. Con este eficaz director deportivo, aunque serio, la cosa va por el buen camino.