Schuster cambia el libreto
Los amantes del buen fútbol que se vayan preparando. La derrota en Champions trae consecuencias inmediatas. Fuera Gago. Diarra con más galones en la simpática posición de medio estorbo. Baptista al destierro del mediocentro. Guti tapando la banda derecha tanto como creando juego. Raúl otra vez de correcaminos. Robinho aislado a la izquierda, aunque hay que decir que ayer no estaba para jugar un minuto. Vamos, algo parecido a lo que dibujaba cada domingo Capello la pasada primavera, cuando tocó remontar a base de esfuerzo, coraje y poco juego. Es como si el alemán hubiese pensado que lo del espectáculo mejor dejarlo para la próxima temporada. Que ahora hay que ganar la Liga y luego ya veremos.
Yeso que, a diferencia de él, nosotros sí sabemos a estas alturas qué le ha dado el Madrid. No hay que esperar a final de temporada, como proclama Schuster. Le ha dado 120 millones de euros en fichajes. Le ha dado varios años de contrato para que haga y deshaga a su antojo. Le ha dado un prestigio del que carecía cuando aterrizó en el Bernabéu. Y, sobre todo, le ha dado libertad para desarrollar su repulsión hacia los medios. Qué menos que devolver tanta generosidad con lo mismo que ganó su antecesor en el banquillo. Y por lo visto ayer, no va a hacer nada original a la hora de elegir el camino. Igual es lo que toca después del fracaso ante la Roma, aunque renuncie a sus principios. De momento, el Bernabéu ya empieza a mosquearse.