Salvo el resultado, poco más se puede salvar del partido del Atlético en Valencia. Los rojiblancos siguen con la lengua fuera y, lo que es peor, la derrota ante el Real Madrid les ha llenado de dudas. Es cierto que Clos Gómez se pasó tres pueblos en la expulsión de Motta, pero nuevamente se demostró que gente como Luis García o Maxi Rodríguez están muy lejos de su mejor momento de forma y que este equipo necesita cuanto antes otro mediocentro. Espero que la conversación que tuvieron ayer antes del partido, en el hotel, Paco Casal y García Pitarch fuera un accidente y no vaya a ser que el representante uruguayo nos vuelva a colocar alguna de sus joyitas como fueron Pilipauskas o el Pollito Olivera.

Es una pena que el Atlético diera una imagen tan lamentable, que no tirara a portería ni una sola vez. Un cerrojazo que no lo superaría ni Benito Díaz. Pablo volvió a tener un error grave pero dio consistencia a la defensa, junto a Valera y, en especial, un Falcón que cada día se va asentando más en la portería rojiblanca. Las espadas están en todo lo alto y en la vuelta el Atlético en una noche inspirada de sus estrellas Agüero y Forlán puede llegar a semifinales. El Valencia perdonó la vida al Atlético y Marchena estuvo lamentable en su gesto antideportivo buscando la expulsión de Perea.