En busca del revulsivo en el banquillo

La trituradora de entradores está bien engrasada en Segunda. Rara es la semana en la no nos encontramos con un nuevo técnico buscando empleo y algo me dice que la tendencia se va a mantener siendo Poli Ejido y Hércules los que quizás vivan la situación más tensa. Sin contar a Manolo Jiménez, que fue promocionado al primer equipo del Sevilla, son ya siete los entrenadores que han perdido sus cargos. Coleman ha sido el último en sumarse a la lista, ya que, como era previsible, no ha resistido los nuevos aires propiciados por la llegada de Iñaki Badiola. Nos quedará la duda de si hubiera llegado a cumplir sus objetivos en la Real al final de la temporada o no.

Sin embargo, el grueso de las destituciones han llegado por el lado de los malos resultados y el efecto que han tenido los recambios ha sido bastante dispar. López Caro aportó cordura en el Celta y el equipo lo ha notado de forma positiva. Antonio Calderón cogió un Cádiz gris, aunque no ha terminado de reanimarlo como se esperaba. Casuco ha encallado en las aguas revueltas del Xerez, mientras que Pepe Murcia y Juan Manuel Rodríguez sí han aportado el ansiado efecto revulsivo. A Ferrando habrá que darle tiempo en el Nástic, que ha pasado de candidato al ascenso a pensar en asegurar la permanencia en la categoría.