Los retos de la Real Sociedad

Con Iñaki Badiola como presidente, la Real Sociedad ya tiene una figura sólida al mando, solidez otorgada por el respaldo mayoritario y por el compromiso que ha mostrado Badiola en sus declaraciones. De esta forma se asienta la maltrecha cara institucional del club. A Badiola ahora le toca gestionar en los despachos sobre todo aspectos económicos, aunque sus medidas más llamativas han ido a lo deportivo. Chris Coleman parecía tener los días contados como entrenador del equipo donostiarra. Al final el galés sigue, pero diciendo que lo hace porque así lo quieren los jugadores y reconociendo que ya no decidirá en los fichajes. Es decir, la confianza de los nuevos responsables no es total en Coleman y también da la sensación que el técnico no ha querido forzar su salida. Quizá el posible coste económico de ese despedido para el club es lo que ha generado una solución de compromiso.

Con el equipo a sólo cinco puntos del tercer clasificado, los donostiarras pueden ser optimistas siempre y cuando no salpique a los jugadores el choque de intereses que se produce por encima de ellos. Mientras, la llegada de Fran Mérida empieza a dar forma a las promesas electorales de un Badiola que deberá aplicar sus cambios con mucho tiento.