El Barça, Etoo y el debate estéril

"Prefiero jugar mal y ganar que jugar bien y perder", lanzó Etoo el otro día. Resucitaba con eso una absurda asociación de ideas, que viene de atrás y que les encaja menos que a nadie a él y a su equipo, el Barça, porque ni uno ni otro saben jugar mal. Ayer hicieron una buena segunda parte y entonces ganaron con claridad. Por dos goles de ventaja que debieron ser tres, porque a Henry le anularon uno que valía. Jugando bien se gana más veces que jugando mal, como es lógico. La historia del fútbol lo demuestra. Hay más éxitos de equipos ofensivos y artísticos que de los otros. No es invento mío. Repasen.

Eso de asociar el buen juego a la derrota y el mal juego a la victoria es una confusión insensata, que nace del interés de los que aman el juego rácano porque tienen miedo al otro. Es verdad que también se ganan partidos esperando, jugando con la paciencia del rival y acechando la ocasión. Hay incluso especialistas en ello. Pero se ganan menos partidos. Y desde luego no es estilo que corresponda a los grandes del fútbol, que son los países que de forma natural producen muchos futbolistas buenos, o los clubes con dinero para comprarlos y buen gusto de la afición para disfrutarlos. Como el Barça.

En realidad, me temo que lo que al Barça le pesa de verdad es no saber qué hacer con Ronaldinho, y que mientras lo decide el Madrid se le ha ido a siete puntos. En cierto modo, para el Barça es una suerte cada partido del que Ronaldinho se borra, o no puede jugar por lesión, resfriado o lo que sea. Sobre todo fuera de casa, donde cada vez juega menos. Me recuerda al Kubala de los años de H.H., cuando éste le reservaba para el Camp Nou, porque fuera era ir con uno menos. ¿Hablaba de esto Etoo? No lo sé. Pero sí estoy seguro de que para jugar bien y ganar, al Barça no le es imprescindible Ronaldinho.