Gaditanizar al equipo amarillo

Gaditanizar al equipo amarillo

Con la evolución que ha tenido el fútbol, los clubes que basaban sus resultados en el trabajo realizado con los jugadores de la cantera han sufrido un gran retroceso, sobre todo tras la aparición de la ley Bossman que permite a muchísimos jugadores comunitarios poder participar con pleno derecho en la Liga española. Uno de los equipos que más apostaba por la cantera cuando los clubes no eran Sociedades Anónimas Deportivas, era el Cádiz. Aquellos años en que gracias a la aportación de los jóvenes salidos de las divisiones inferiores, el equipo se mantuvo hasta ocho años consecutivos en Primera, se truncó en la primera campaña de las SAD, la 92-93. Han pasado muchas temporadas sin que el semillero cadista aporte jugadores para el primer equipo: Raúl López y Paz son de la vieja guardia.

La gran ovación que recibió el joven Bienve el pasado domingo, es muestra inequívoca que la afición amarilla tiene necesidad de ver en su equipo a jugadores de la tierra; los Paco Baena, Mané, Juan José, Pepe Mejías, Quevedo, Arteaga o Kiko..., han dejado una huella muy bonita y unos recuerdos extraordinarios. Aquellos se forjaron incluso con menos posibilidades de materiales, a pesar de los nuevos inconvenientes, se está a tiempo de reconducir la situación y como ocurrió en el Sporting con Mareo, hacer las cosas con criterio y valentía, con el objetivo de reverdecer antiguos laureles. Se puede ganar mucho en sentimientos y económicamente es muy rentable.