Lissavetzky y las elecciones de Villar

Lissavetzky y las elecciones de Villar

Ya está en marcha la orden ministerial que dispone que las federaciones de deportes no clasificados para los JJ OO de Pekín deben convocar elecciones dentro del primer trimestre. Es una especie de orden 'antivillar', versión moderna y suavizada, del 'decreto antiporta' con el que el gobierno González consiguió que saliera Pablo Porta de la Federación. Esta orden no expulsa a Villar de la Federación, pero sí pretende que adelante las elecciones, que le corresponderían en noviembre. Villar piensa argumentar que aunque el fútbol no va a los JJ OO sí tiene Eurocopa, lo que a efectos prácticos es lo mismo.

Villar quiere perpetuarse, en suma. Se va a sacar de la manga una presunta candidatura al Mundial 2018 (cuya sede se decidirá en 2011) para argumentar que con él ahí, y con su presunto peso en los organismos internacionales, conseguirlo sería más fácil. Su técnica es patada para adelante, presumir de protección de la FIFA y la UEFA y seguir en el momio. Y pagar favores con favores. Ahora que Calderón le dora la píldora, caramba, han cambiado los arbitrajes para el Madrid. Y Guti escapa con un partido y una tarjeta amarilla (por burrear al cuarto árbitro) de la expulsión de Murcia.

Es llamativo cómo se extiende el cuatismo en la Federación. El otro día contábamos que en la Liga anterior a las elecciones el Barça sufrió catorce expulsiones; llegaron las elecciones, con intervención decisiva de Laporta a favor de Villar y en la Liga siguiente sólo tuvo dos expulsados. Y fue campeón. ¿Casualidad? ¿Casualidad también que los árbitros sean complacientes con el Madrid desde que Calderón apoya a Villar? A la orden ministerial Lissavetzky, que tiene algunas virtudes, se le ve una intención descarada. Pero lo entiendo, porque con diecinueve años de 'villarato' ya hemos tenido suficiente.