El verdadero Raikkonen ha vuelto

Le habíamos dado, erróneamente, por acabado en este año. Le habíamos colocado, incluso, en algún equipo de menor nivel. Le habíamos bajado de categoría, sólo unos meses después de que fuese indicado por el mismísimo presidente de Ferrari, Luca di Montezemolo, como el gran candidato a ganar el Mundial de este año. Habíamos dejado de tener confianza en el talento más cristalino que ha dado la F-1 en los últimos años junto a Alonso. Habíamos jubilado a Raikkonen antes de tiempo. Con su victoria de Magny-Cours, aparte de recuperar terreno en el desafío por el título, lo más destacado es que finalmente, el verdadero Kimi ha vuelto. Una victoria con lo justo, es verdad, pero muy válida. Su primer gran triunfo con Ferrari, ya que en Australia le ayudó la suerte.

La causa de esta recuperación del nivel de Kimi es la misma que ha hecho enderezar el rumbo a otros pilotos, como por ejemplo Kubica o Kovalainen, por citar sólo a dos. Estaban muy acostumbrados al tipo de agarre y reacciones de los neumáticos Michelin, que siempre habían usado en F-1. Ahora, y tras aclimatarse a los Bridgestone, van llegando los resultados, aunque aún le falta ese brillo especial de las dos primeras vueltas de carrera al finlandés. Eso sí, me gustaría aclarar que hay otro piloto que debutó en F-1 en aquel GP de Australia de 2001, igual que Kimi, y siempre estuvo sobre un coche calzado con los neumáticos galos hasta este año. Fue el campeón, Fernando Alonso, quien fue competitivo desde el primer día que tuvo un coche con neumáticos muy diferentes y desconocidos.