Una vuelta por Cádiz y el cadismo

Una vuelta por Cádiz y el cadismo

Con motivo de la presentación del libro 'Cádiz C.F. 1910-2007', Víctor Espárrago vuelve a su querido y añorado Cádiz, del que guarda momentos imborrables desde que se instaló por primera vez en 1987, comparando la ciudad con su Montevideo natal. El técnico dejó en mal lugar el tópico que dice que segundas partes no son buenas. Si en su primera etapa logró la mejor clasificación del Cádiz en su historia en Primera, a su regreso logró el ascenso como campeón de Segunda, como equipo máximo goleador, menos goleado y de broche, el más deportivo de la categoría. Espárrago adora Cádiz y Cádiz venera a Espárrago. Un hombre respetuoso, elegante, caballero, que supo transmitir su extenso bagaje en el mundo del fútbol profesional a un equipo por el que apostaban muy pocos, sacando el máximo rendimiento a sus jugadores.

A la hora del adiós, porque así lo decidió la secretaría técnica y el consejo de administración, se marchó con la elegancia que lo caracteriza, hablando claro donde debía, pero sin dar un titular a la prensa. Sólo dijo que su marcha no era un hecho consensuado entre técnico y club, era una decisión de la entidad. A partir de ese momento y dado el tremendo bajón que experimentaron los amarillos, en gran medida debido al cambio de técnico, se negó en rotundo a hablar de la situación de su ex equipo, en esos momentos que otros suelen aprovechar para justificarse, Víctor supo mantenerse al margen para no avivar ningún debate.