"Perdonen ustedes que no me levante"

Bueno, pues si hay tres ingleses en las semifinales de la Champions, también hay tres españoles en las semifinales de la Copa de la UEFA. Ya sé que no es lo mismo y que, en términos generales, y más allá de los colores implicados en cada caso, cambiaríamos gustosos una cosa por otra. Pero el hecho es relevante porque, en días depresivos por la ausencia de españoles en el tramo final de la Champions, es un consuelo, y un consuelo serio. Esto habla del buen nivel de nuestra Liga, que no hay que medir por los primeros, o sólo por los primeros, sino por los que vienen después. O sea, 'los uefos'.

Lo decía ayer aquí: esta Champions nos ha pillado en un cambio de guardia. Con el Madrid que aún no ha vuelto y con el Barça que se está marchando, como bien muestra el caso Ronaldinho. Viendo la foto en la que aparece sentado ante un mural de Groucho Marx recordé el epitafio que éste hizo inscribir en su tumba: "Perdonen que no me levante". Ronaldinho falló ayer a su entrenamiento número 81 en lo que va de temporada. En el club ya no saben qué hacer. El caso (la foto) evoca otra célebre frase del gran Groucho: "Nunca entraría en un club que admitiese a gente como yo."

Todo lo que al Barça y al Madrid les falta sí lo tiene el Sevilla, que además de lo propio se jugaba la honrilla de todos en White Hart Lane, porque si después de todo también el Tottenham nos voltea al Sevilla sí que nos hubiéramos sentidos de verdad alicaídos. Pero merece la pena apostar por el Sevilla, que tiene juego, casta y coraje. A él se suman Osasuna, que lo dejó todo hecho en la Liga, y Espanyol, que pasó las de Caín en Lisboa, donde Gorka sacó mejor nota que nadie. Gracias a los tres. A Sevilla, a Osasuna y a Espanyol. Porque nuestro fútbol salva el tipo. Y a partir de ahora todo será mejor.