La verdadera medida de nuestro fútbol

Agazapado tras la tranquilidad de este viernes de primavera incipiente en lucha con los últimos fríos nos espera mañana un compromiso de aúpa. España recibe a Dinamarca en el Bernabéu. No son usuales los partidos de selección en el Bernabeú. Suelen reservarse para ocasiones especiales, y esta es una de ellas. Dinamarca no es un grande del fútbol, aunque ha tenido sus épocas de gracia. Pero la convocatoria es de aúpa, porque desde que acabó el Mundial España se ha equivocado ya todo lo que podía equivocarse. El próximo error significará, de forma casi inapelable, la ausencia de la próxima Eurocopa.

Aquí al lado tienen la clasificación del grupo, con los partidos ya jugados y los que quedan. No hace falta echar muchas cuentas para saber que una derrota en el Bernabéu nos dejaría en situación desesperada. Nadie la espera, pero el equipo me presenta dudas, porque lo encuentro desigual. Hay varias cosas a favor: Iniesta crece cada semana como futbolista, Silva es mucho más de lo que hasta ahora suena, Xavi y Albelda son sólidos, Villa y Morientes se entienden y golean, Casillas para enormidades. Pero ¿y la defensa? La defensa es nueva y remendada. En realidad es toda ella un remiendo.

No digo que sean malos jugadores, que no lo son. Pero sólo uno de ellos, Marchena, estuvo en el Mundial, y de suplente. Por supuesto, nunca han jugado juntos como línea, y el recitado de los cuatro, uno tras otro, nos deja inquietos. Puyol y Sergio Ramos, los dos puntales, faltan por sanción y su ausencia deja al descubierto esa franja tierna del equipo. De ellos cuatro vamos a depender. Ellos van a pasar la prueba más dura, porque saben que el de mañana no es el mejor día para dejar de fumar ni el mejor día para estrenar defensa en una selección nacional. Ellos van a dar la verdadera medida de nuestro fútbol.