Lo dicho, España es en el motociclismo lo que Brasil en el fútbol. Nos vamos de Qatar con dos victorias, dos terceros puestos y 126 puntos (38 más que los italianos) aunque con la sensación de cierto aburrimiento, ya que las carreras no han sido todo lo agitadas que hubiéramos deseado. En 125cc, Faubel ha logrado su tercera victoria en la categoría y lo ha conseguido utilizando la inteligencia, algo de lo que no suele hacer gala su rival Gabor Talmacsi. Extraordinario Pol Espargaró y su séptimo puesto con tan sólo 15 años. Lo mejor de la jornada ha sido la carrera de Jorge Lorenzo. Ha dominado sin problemas liderando la prueba de principio a fin y demostrando que es un piloto pata negra. Ojo este año a los del cuarto de litro: no es normal bajar el récord del circuito de un año para otro en casi tres segundos. Para que se hagan una idea, cinco pilotos de esta categoría fueron más rápidos que la Ilmor GP de 800cc (un auténtico cascajo).

En MotoGP la sensación que me ha quedado ha sido rara. Me sorprende tanta diferencia de velocidad entre Yamaha, Honda o Kawasaki y las Ducati (las cuatro en pista han sido las más rápidas), circunstancia que ha sido determinante para que Stoner gane su primera carrera de MotoGP. Me imagino que tiene mucho que ver con el consumo (este año cabe un litro menos en el depósito), factor que lleva trabajando Ducati desde hace años, pero 15 km/h de diferencia se me antojan muchos. Rossi demostró tener más moral que Alcoyano, ya que nunca intentó dejar de ganar.