Hugo, Ronaldo y Kanouté

El Balón de Oro tiene la fama y la Bota de Oro carda la lana. El trofeo de L'Equipe, que este año ha premiado la garra y el pundonor en la figura de Cannavaro, tiende a reconocer en un sólo hombre los méritos de todo un equipo. El jugador del Real Madrid se lo ha llevado este año mayormente porque Italia ganó el Mundial. Esta es la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. La Bota de Oro es otra cosa. Este galardón reconoce el mérito individual, el del gol, en beneficio del equipo. Aquí no hay trampa ni cartón. Tantos goles haces, tantos puntos tienes. Y ganas o pierdes.

Quizá por esa dificultad sólo cuatro jugadores que han pasado por la Liga han ganado la Bota de Oro. Y no son cuatro tuercebotas precisamente. Se trata de Hugo Sánchez, que la ganó con 38 goles en la temporada 1989-90, Ronaldo (96-97, 34 goles con el Barça), Makaay (2002-03, 29 con el Depor) y Forlán, quien compartió el premio con Henry, del Arsenal, al marcar 25 goles en la temporada 2004-05. Así, a bote pronto, el Madrid galáctico y post galáctico ya ha reunido en sólo cinco años más Balones de Oro: Figo, Ronaldo, Zidane, Owen y Cannavaro. No se trata de hacer de menos al Balón de Oro, pero si la Bota de Oro se entregara en París con todo el boato y el premio del beso de Mónica Bellucci otro gallo cantaría. Porque goles son amores y no sólo buenas razones.