Sobre el Bayern, el Liverpool y el Inter

Sobre el Bayern, el Liverpool y el Inter

Las grandes pasiones quedan aplazadas hasta febrero. Las grandes pasiones, se entiende, son las que suscita la Champions. Con todo el respeto al muchísimo fútbol que mora en otras esferas, la Champions es la categoría superior. La Champions es la que da y la que quita. La Champions, antes Copa de Europa, hizo del Madrid el mejor club del siglo XX y es en esta misma competición donde está obligado cada año a renovar sus méritos. Ahora le toca el Bayern, su gran enemigo. Me gusta. No hay rivalidad que el Madrid sienta tanto. Había contrarios mucho más difíciles, pero ninguno tan detestado.

Un buen rival, en fin. Nada moviliza la fibra del madridismo tanto como el Bayern de Munich, con el que hay tantas historias cruzadas. El loco que pegó al árbitro, el cierre del campo, el desplante en el Trofeo Bernabéu, la expulsión de Amancio, el pisotón de Juanito, los cuernos de Augenthaler, los muchos goles a Casillas, los goles de Anelka... Un largo pulso que el Madrid gana por cuatro a tres hasta ahora. Y le viene bien este rival. El Madrid aún está cuajando y un Chelsea, un Manchester o un Milán ¡con Kaká! podrían haber sido un apuro muy serio. Pero este Bayern de entreguerras es abordable.

Del Barça casi no hay que hablar. Es mejor que cualquier otro, y que Roncero y Guasch me perdonen. Y mucho mejor que el Liverpool. El Barça tiene al menos la mitad de los diez mejores jugadores de Europa, más un entrenador que les deja jugar a su gusto. Hoy por hoy nadie le tiene que dar miedo, y menos aún el Liverpool. En cuanto al Valencia, es evidente que está en mala racha. Le ha caído lo único de verdad temible del segundo bombo. Tras las persistentes lesiones le llega otra prueba dura. Pero yo pienso que con Villa y Morientes en forma tiene un ataque muy afilado que le debe bastar.