Un Sevilla financiado por el Madrid

Partidazo esta noche en Sevilla. El Madrid, que siempre es el Madrid, visita al Sevilla, que vuelve a sus máximos históricos. El Sevilla fue toda la vida lo que los clásicos llamaban 'equipo de campanillas', bonita expresión ya perdida, cuyo significado no hace falta explicar. Pero rara vez en su historia ha sido tanto como es hoy. Sí, viene de perder ante el Espanyol, pero eso no oscurece su méritos recientes, que incluyen una UEFA, una Supercopa europea, con baile al Barça, y bastantes meses ya de grandísimos resultados en nuestra Liga, a caballo entre dos campeonatos, el pasado y el presente.

Un Sevilla bien hecho, sí. Tan bien hecho que se permite estar ahí después de haber ido vendiendo primero a Reyes al Arsenal, y luego a Baptista y a Sergio Ramos al Madrid. Después, Madrid y Arsenal intercambiaron a Reyes y a Baptista, pero eso para las cuentas del Sevilla es indiferente. Las cuentas son que ingresó cerca de setenta millones por los tres, y que después de darles salida el equipo no se ha debilitado, sino lo contrario. Hay quien puede equivocarse (como el Madrid, que siempre tiene dinero para tapar sus errores) y hay quien no se equivoca, como el Sevilla, que crece gracias a sus aciertos.

Tiene buen fútbol el Sevilla. Ataca con ocho y defiende con ocho. Tiene vigor e imaginación, tiene dinámica y entereza, tiene toque y pierna dura. Un equipo-equipo, que ganó la UEFA sin ningún internacional vigente en ese momento en sus filas. Ahora sí tiene algunos, porque su crecimiento como equipo hace lucir a sus componentes. A eso se enfrenta este nuevo Madrid del esfuerzo y la piña. Un Madrid que ataca con dos y defiende con nueve, según quiere Capello. Sólo que si uno de los dos que atacan es Ronaldo, eso cambia las cosas. Y detrás de los que defienden está Casillas. Total: que un partidazo.