NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Otra vez con Casillas, Ronie... y Roberto

La Liga se aprieta, titulaban los clásicos en estas ocasiones. Y así es, se aprieta en cabeza, porque el Barça toma aire pensando en el Werder Bremen (ensimismado en su propia euforia ha tardado en darse cuenta de que los octavos de la Champions están en el aire) y porque el Sevilla se vio sorprendido en Montjuïc. Allí, el noble y peleador Espanyol se soltó un partidazo de aúpa. Iván de la Peña teledirigió a los suyos con sus pases y Tamudo hizo otra de sus maravillas. Admiro a este jornalero de la gloria, sostén durante tantos años de un Espanyol que sobrevive en Primera gracias, ante todo, a sus goles.

Así que el Madrid tenía una oportunidad. Y la aprovechó a su manera, sin regalar nada, con Casillas (que salvó un 2-2 cantado) y Ronaldo, cuyo nuevo regreso (ya ha vuelto tantas veces como Antoñete) vino acompañado del éxito, como siempre ocurría con los del genial torero del mechón blanco. De nuevo Casillas y Ronaldo. Y el incombustible Roberto Carlos. Ni Capello consigue que ciertas cosas cambien. El Madrid es como esas viejas telas que, dobladas de nuevo, muestran todavía sus antiguos pliegues. Son los jugadores especiales los que lo hacen todo distinto, todo posible. Lo demás son fábulas tacticistas.

¿Y el Athletic? Todo lo bien que se podía esperar, y aun mejor. Discutió el partido por todo el campo, alejó el balón lo más posible de su defensa, que es lo peor que tiene, mostró el buen estilo de Yeste e Iraola, y la lucha de los demás. Pero perdió. Perdió los puntos y perdió a Orbaiz, grave baja, me temo que larga. Más que grave, gravísima si se suma a la de Gurpegui. Y perdió a Aduriz,quizá para los próximos dos partidos, porque se entusiasmó en el intercambio de regalos que sostuvo con Sergio Ramos y Diarra. El Athletic rema río arriba, pero tiene equipo. Ayer se vio. Y en eso es lo que tiene que confiar.