Necesitamos esos jugadores especiales

Beckham está pensando en marcharse, porque no juega. Su contrato termina en junio, el club quiere hablar con él de renovación, Capello dice (nos lo dijo ayer mismo) que cuenta con él, pero la verdad es que no juega. Así que piensa en marcharse. Desde el uno de enero puede escuchar ofertas y negociar. Supongo que se irá, y lo lamento. Entiendo a quienes le consideran un 'bluff' mediático y mercadotécnico, pero yo le veo un jugador con ángel, un guerrero con un toque de derecha exquisito. El tipo de futbolista diferente que saca al aficionado de casa, que provoca debates, que hace hervir el fútbol.

Hablábamos con Capello y surgieron varios nombres: Ibrahimovic, Juninho Pernambucano, Cristiano Ronaldo, el olvidado Gascoigne... Jugadores singulares, de aire quizá caprichoso, pero distintos, capaces de emocionar. Cuando regresamos a la redacción me dicen que Aguirre ha decidido repetir a Agüero ante el Betis y lo celebro. He ahí otro futbolista diferente. Hoy es una 'rara avis', un jugador aún de la calle, nacido en un tiempo en que a los chicos se les enseña a jugar demasiado en serio desde muy niños, quitándoles los defectos... y con ellos las virtudes que les hacen especiales. Agüero se salvó.

El equipo más especial del momento es el Barça, justo porque reúne un gran grupo de jugadores especiales: Ronaldinho, Etoo, Messi, Iniesta... De su mezcla fluye de forma natural un fútbol exquisito. El Madrid lucha y saca puntos, pero no tiene futbolistas que arrebaten. Si acaso uno, Ronaldo, que ahora vuelve, y ya veremos lo que queda de él. Pero Zidane se fue, como Figo. Roberto Carlos se va agotando. Beckham se plantea su salida. El Madrid está en periodo de reconstrucción, y quizá sea oportuno lo que hace. Pero no debe perder el objetivo mayor, que no es otro que el fútbol grande.