NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Tres tristes émulos de Rafa Guerrero

Tengo escrito aquí muchas veces que no me gusta que los comités rectifiquen a los árbitros a posteriori. Es una forma de hacer oficial su fiabilidad, cosa que a nadie conviene. Y además no sirve para reparar los daños de verdad gordos que pueden producir sus errores: los goles mal concedidos o los mal anulados. Sólo sirve para pequeñas pejiguerías como esta tarjeta sí o no, resoluciones caprichosas o arbitrarias, tomadas al calor de un salón y a beneficio de tal o cual línea política. Eso cuando no son fruto de la ensoñación leguleya de tres cebollinos que quieren lucirse, como es el caso Silva.

Porque este ha sido el último alarde: Silva. En el partido tiene una amarilla, más luego una roja. El comité de turno decide que la roja debería haber sido amarilla. (Lo decide porque sí, como todo). Usted dirá: pues amarilla más amarilla, partido de suspensión, ¿no? Pues no, porque está escrito que cuando te expulsan por dos amarillas te meten un partido de sanción, pero no está escrito que cuando en un mismo partido se te juntan una amarilla más una roja desteñida luego en amarillo eso comporte también un partido. No está escrito porque no se previó la extravagancia, pero es de cajón. ¿O no?

Pero tres insensatos hacen este juego de escrupulosidad jurídica. Les divierte eso. Son Rafa Guerrero sin banderín, gente indeseable que sacrifica la calma general a su lucimiento. Con esto han conseguido: a) Que el Valencia esté molesto porque puede pensar que con Silva en el campo no se le hubiera desparramado el partido con el Sevilla; b) Que el Madrid esté molesto porque juega Silva; c) Que el Barça esté molesto porque a Motta no le quitaron la tarjeta; d) Que el Atlético esté molesto porque en caso idéntico a Torres le tocó cumplir sanción... Y así siguiendo. Y ellos, tan panchos. A cobrar la dieta y a seguir.