Desaparición o continuidad del proyecto con unas cuentas saneadas. Ese es el dilema. Habría que hacer un sondeo entre la afición malaguista para conocer cuál es su veredicto porque la decisión de los dirigentes del Málaga de acogerse a la Ley Concursal puede traer cola. Fernando Sanz, por lo que tengo entendido, junto con el director general, Luis Yáñez, y Lorenzo Sanz, han estudiado profundamente qué supondría realizar la Ley Concursal. Lo tienen todo atado y esperemos, por el bien del Málaga, que salga bien, como le salió a Las Palmas y Sporting de Gijón. Verdaderamente, si la Ley Concursal es beneficiosa, adelante. No me gustaría otra nueva desaparición porque sería ya el no va más para una ciudad, la quinta capital de España, con casi dos millones de habitantes, y para una afición fiel a sus colores.

Fernando Sanz, como máximo responsable del club, ha demostrado que quiere al club comprando una sociedad en quiebra técnica y con más agujeros y más manchas de las lámparas de Apolonio. Espero y deseo que todo se solucione y que se pueda invertir en un nuevo proyecto que lleve al Málaga a lo más alto y también les pediría a los jugadores profesionalidad. Sé que es difícil, en estos momentos, y con la incertidumbre que existe, que estén centrados en su trabajo, pero ahora es el momento de dar un golpe encima de la mesa y ascender al equipo. Seguro que tendrán más opciones de cobrar sus emolumentos. El Málaga es un sentimiento. Volveré.