Récords femeninos increíbles
La natación despide 2006 con doce récords mundiales, diez de ellos establecidos en las pruebas femeninas. Se mira la actual tabla de récords y ya no aparece ninguno de la extinta RDA. Los nombres de Kornelia Ender, Barbara Krause, Kristin Otto, Petra Schneider, Ulrike Richter o Andrea Pollack hace tiempo que desaparecieron. Esta generación de nadadoras coincidió con la época más siniestra del deporte en la RDA, donde se aplicaba un estricto dopaje de estado. Gracias a él, dominó de tal manera las pruebas femeninas de atletismo y natación que en este deporte llegó a ganar 24 de las 33 medallas puestas en disputa en los Juegos Olímpicos de Moscú 80, copando el podio en seis de las once pruebas individuales.
Los médicos conseguían mejores resultados con la mujer que con el hombre, porque su margen de progreso es mayor a la hora de administrar hormonas masculinas. Títulos y récords eran acaparados por nadadoras y atletas. Lo que no deja de ser curioso es que mientras plusmarcas llenas de sospecha, como las de las atletas Florence Griffith, Marita Koch y Jarmila Kratochvilova, siguen vigentes y se consideren inalcanzables para la mujer actual desde que el atletismo comenzó a tomarse en serio los controles antidopaje, en natación han aparecido mujeres capaces de nadar más rápido que quienes fueron sometidas a sistemáticos programas de dopaje en régimen de concentración permanente. En esto algo no cuadra.