Las lesiones condicionan a un equipo

Para cualquier equipo, el no poder contar con determinados jugadores por causa de las lesiones es un serio contratiempo aunque éstas estén equilibradas. Para evitar lamentaciones en esas ocasiones, se tiene la posibilidad de contar con 25 fichas profesionales. Lo preocupante es cuando los jugadores que se lesionan son piezas básicas en el esquema de su equipo: la desafortunada lesión de Lucas Lobos en el segundo partido de Liga ante el Tenerife ha resultado ser un problema mas grave que lo esperado en relación al funcionamiento. El argentino lideró a sus compañeros en el Trofeo Carranza, posteriormente fue el referente en juego y goles en el debut ante el Vecindario, hasta que cayó lesionado en el Heliodoro Rodríguez López.

Tras encajar ese duro golpe, en el partido de Copa cae lesionado Acuña, que a falta de Lobos se había convertido en la ilusión de los aficionados, en la esperanza del entrenador y del secretario técnico y en la oportunidad de revalorizar un producto económicamente hablando. Estos factores han influido más de lo debido en el funcionamiento colectivo, al caerse la inspiración y la finalización: el talento de Lobos y la definición de Acuña, a las que se les suma la aportación de Pavoni, todavía en recuperación de su operación en el hombro. Aunque se ha entrenado fuerte, el ritmo de competición se adquiere jugando y cuando se les están dando minutos, vuelve a caer. Los hombres se crecen ante las adversidades, las hay y sólo queda sobreponerse.