Respeto, sí, pero respeto para todos...

Bueno, pues Raúl no está. Lo que anunció Mónica Marchante en Canal + el domingo se ha cumplido. Después de días de dimes y diretes Luis le ha dejado fuera de la lista, lo que no deja de ser un suceso. Parte de la afición española lo deseaba desde hace tiempo. Otra parte deseaba lo contrario. Ahora que ha llegado, hay que admitirlo con naturalidad, porque a todos los grandes les llegó su hora alguna vez. Pocos han sido los que, como Zubizarreta, se han retirado aún internacionales, y en su caso fue a costa de jugar un mal Mundial, porque su aportación se prolongó en exceso, artificialmente.

Razonemos: desde que está Luis, cuatro delanteros (Villa, Torres, Tamudo y Morientes) han ofrecido mejor promedio de goles por partido en la Selección que Raúl (0,22). Ellos, particularmente Villa y Torres, empujan a Raúl hacia atrás. Pero Cesc e Iniesta le empujan para adelante. Luis García también aprieta. No es extraño que, batido por tantos flancos, y sin goles para defenderse, Raúl pierda el puesto. No hay que convertir a un jugador en una superstición. Tampoco es que España haya sido imbatible bajo su liderazgo. A la última Eurocopa y al último Mundial hemos entrado con repesca.

Hay que respetarle, desde luego, por su actitud ejemplar de tantos años. Pero hay que pedir respeto para todos. Para el que deja de ir y para el que deja de llamarle. Para el que preguntó o preguntará a uno u otro en las conferencias de prensa. Para los que opinen que está bien y para los que opinen que está mal. Para los que jueguen en Suecia, ganen, empaten o pierdan, siempre que den la cara dignamente. Y no hay que olvidar que los 102 partidos y los 44 goles quedan ahí, nadie los va a borrar. Y que hay precedentes para todo. Otro mítico, Gento, quedó fuera en la Eurocopa 1964 y volvió para el Mundial 1966.