Son dos ejemplos de fidelidad

Entre Adelardo y Zoco suman sesenta derbis. Más el rojiblanco, que llega a los 34, 27 de Liga y 7 de Copa, y que además es el jugador del Atlético que más ha disputado. Zoco se queda en 26, que ya está bien, 20 de Liga y 4 de Copa. Son dos clásicos, que podrían escribir libros sobre la apasionante rivalidad de madridistas y atléticos. Adelardo llegó al Atlético con 20 años en 1959. Zoco fichó por el Madrid con 23 en 1962. Los dos se quedaron para siempre en sus clubes. Adelardo se convirtió en un símbolo rojiblanco: 3 Ligas, 5 Copas, una Recopa, una Intercontinental. Ha vivido casi todos los grandes éxitos del club y es el jugador rojiblanco con más partidos oficiales disputados: 548. Debutó como internacional en un partido histórico del Mundial de Chile contra Brasil. Marcó el gol de España y le anularon otro, aquella tijereta que cantó Matías Prats, que pudo cambiar la historia del fútbol español, porque aquel Brasil que nos ganó con dos goles de Amarildo conquistó después el Mundial. Si hubiera valido el gol...

Zoco formó con Pirri una media clásica, la de los ye-yés. Y su palmarés es inigualable: 7 Ligas, 2 Copas, una Copa de Europa y una Eurocopa de selecciones, la del gol de Marcelino. Estuvo 22 años en el Madrid, desde 1962 hasta 1974. Dos futbolistas humildes y honrados, grandes en el campo, que representan algo que se va perdiendo: la fidelidad a unos colores.