NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Japón 2006: la perfección existe

Detrás de Gasol había un gran equipo. Un equipo que conduce Pepu Hernández, un sabio humilde que ayer, poco antes del partido, supo del fallecimiento de su padre. Se lo calló. No quiso que su dolor personal alterara el ambiente y la ilusión de ese grupo alegre y confiado que se sabía en poder de las armas para ganar la final. Han sido muchas semanas de trabajo bien hecho, de convivencia en un ambiente fenomenal. Faltaba Gasol, pero sólo en apariencia. Estuvo ahí, ejerció su liderazgo desde el banquillo, su presencia estimuló a los que tuvieron que asumir, por turnos, su papel. Y funcionó.

Vaya si funcionó. Pepu Hernández dispuso unos movimientos de defensa impenetrables, que sus jugadores siguieron con concentración y sacrificio inmejorables. Grecia, que venía de triunfar frente a la blanda y despistada defensa del heterogéneo conjunto que, una vez más, la NBA ha enviado a una de estas citas, se encontró ante una muralla inabordable. Nada que hacer. Ni con Papalukas ni sin Papalukas, ni con Schortsianitis ni sin Schortsianitis. El bueno de Giannakis miraba y no se lo creía. ¿Cómo entrar ahí? Y mientras, España iba anotando. Más deprisa o más despacio, pero iba anotando.

Este equipo ha batido sucesivamente al anterior campeón mundial, al campeón olímpico, al campeón de Europa. Se nos ha escapado Estados Unidos, que nos debía una, pero otra vez será. Tal vez en Pekín. Porque este equipo aún tiene mucho recorrido. Este Mundial ha servido, además de para disfrutar de algunas realidades descomunales ya conocidas (Garbajosa, Navarro, Calderón, por supuesto Gasol) para revelar otros valores enormes: Marc, Sergio, Cabezas, Rudy... Y a un entrenador que les ha dado el tiempo justo en el momento justo de cada partido justo. La perfección existe.