Ronaldo y Capello son agua y aceite

Desde que el Madrid fichó a Capello me estoy preguntando cómo será su relación con Ronaldo. La forma de conducir grupos de Capello choca frontalmente con el altísimo concepto que tiene Ronaldo de su libre albedrío, tanto para los entrenamientos como para los partidos. Al nueve le gusta muy poco entrenarse, y digo muy poco por decir algo. Con los años ha inventado un sinfín de tretas para eludir esa penosa obligación, en general ha conseguido eludirla, y eso no le ha impedido ser un astro. Y en el campo no presiona ni con la mirada. Sólo interviene en ataque y en determinadas condiciones.

Es así y así ha ganado dos veces el Balón de Oro y tres el FIFA World Player. Y tiene el record de goles marcados en fases finales de la Copa del Mundo, de la que también ha sido campeón. Y eso que ha estado dos años parado, por una lesión de caballo. No es fácil convencerle de que tendría que haber hecho las cosas de otra manera, y menos aún convencerle de que empiece a hacerlas de esa otra manera ahora, cerca de la treintena. Ni con Capello ni con San Capello. Ya ven lo de la operacioncita de este verano. Se las ha apañado para saltarse a la torera el trabajo de pretemporada.

Por eso me encaja el interés que siempre mostró Capello por traer a Van Nistelrooy. Por eso también, al saber que hay oferta del Inter me temo que la primera inclinación del Madrid será considerarla. En el fondo lo entendería, aunque me doliera, porque me he hecho fan de Ronaldo, con todos sus defectos. Lo que ya no sé si entendería tanto sería un cambio por Adriano, que me parece que ha desarrollado desde mucho más joven todos los defectos de que se puede acusar a Ronaldo, y en mayor medida, empezando por el del peso. A no ser que con él sí se atreva Capello, y con Ronaldo no.