No viene mal una pasadita por Capello...

Llegó Capello y eso provoca sensaciones encontradas entre los madridistas. Entre muchos de ellos late una pulsión autoritaria que les hace ver con buena cara la llegada del italiano, que pasó por aquí sólo un año, pero dejó recuerdo de firmeza y mando. Y rehizo un equipo que sirvió para su Liga y para la Séptima, que levantó Heynckes por él. Pero amplios sectores del madridismo valoran más que nada el juego artístico, ofensivo y de inspiración. Lo plasmaba Juanito Navarro, en su entrevista con Tomás Guasch, un audaz disparate que retrataba el momento del club. "Capello aburre a las vacas", dijo.

A este último sector se tendrá que ganar Capello, y convendrá que tenga en cuenta que los tiempos han cambiado, que hoy se pide más. No sólo en Madrid. Todos los públicos se han ido alejando del ganar por ganar, del ganar como sea. Todos los públicos piden espectáculo. Por supuesto que todos quieren ganar, pero ya no es sólo eso. Y la ola avanza cada día más. Sólo hay que ver la Italia de anteanoche, apostando por más delanteros y por más ataque en la guarida del lobo, Dortmund, la ciudad fortín de Alemania. Ganó con una lección hermosa de ataque y su conversión nos hizo felices a todos.

En todo caso, yo sí creo que al Madrid le viene muy bien una pasadita por Capello. No es mi modelo, pero es un modelo que ahora es más oportuno que en otras ocasiones, porque hace falta un tipo de verdad firme para devolver a este grupo una ética del trabajo que hace tiempo que se perdió. Esto dicho, también hay que saber que el equipo no lo definirá sólo Capello. Lo definirán los jugadores que vengan. Con Kaká, Cesc, Robben más los que hay por arriba será difícil que el equipo no guste. ¿Vendrán estos? Eso es lo que vamos a saber las próximas semanas, en las que mediremos el calado del proyecto.