Victoria más sufrida y más convincente

Fue más sufrida esta victoria, y por eso mismo, mucho más convincente. Contra Ucrania nos encantó la Selección, pero es que todo se le había puesto de cara. Entró pronto el primer gol, el segundo lo favoreció un rebote, nada más salir del descanso nos vimos tres a cero y contra diez... Todo demasiado fácil. ¿Sería engañosa la impresión? Bueno, pues ayer era el día para saberlo y la respuesta es no. España tiene equipo para jugar también cuesta arriba, que fue lo que tocó ante Túnez. Esa Túnez que en un contraataque castigó el único intento de España de jugar en largo y se encajó atrás para defender su gol.

Y ahí es donde se vio el equipo. Jugando y jugando, sin prisa y sin pausa. Llegando y rematando. Ganando por alto en los corners. Sufriendo, sin destemplarse, el paso de los minutos, que a todos nos ponía nerviosos. A todos menos al equipo. Sólo Luis García daba síntomas de alborotarse demasiado. Luis le cambió por Raúl; también cambió a Senna por Cesc, más llegador. Y andando los minutos, retiró a Villa para sacar a Joaquín en busca de desborde por la banda. Funcionó. Fue simbólico: el empate llegó en jugada de los tres con arrancada de Joaquín, remate de Cesc y Raúl al rebote con la caña.

Gol. Gol de Raúl, que le quita presión, que alivia tensiones. Y Túnez, que se ve con sólo dos puntos, el que salvó ante Arabia y el que tenía en ese momento, y tiene que abrirse. Y entonces, otra vez cuesta abajo, España demuestra que con espacios es un equipazo. Balón de Cesc al claro, carrera de Torres,que ya en el área cuartea a Boumnijel y marca. Después, baile (excesivo a mi juicio, por algo así a Argentina casi se le va el partido ante Costa de Marfil) y gol final de Torres. Penalti que sufrió él mismo. Torres, pichichi. Raúl, rehabilitado. España,clasificada. Luis, en el altar. Subidón nacional.