Bueno, pues por fin nos toca a nosotros

Bueno, pues por fin nos toca a nosotros

Ya nos toca, y ya era hora. Estábamos impacientes. El lunes, en Maracaná, Angels Barceló me bromeaba con el AS de ese día, en el que habíamos elevado el entrenamiento de la Selección (formal, eso sí) a la categoría de partido de verdad, con sus notas y todo, y con reseña en portada. Es que se ha hecho largo, sí, aunque Luis ha tratado de animarlo y lo ha conseguido. De antemano habló de que una de sus preocupaciones era el tedio, y de verdad que lo ha conseguido distraer. Con los cortecitos en la concentración, con que si Raúl sí o Raúl no, con que si con los jugones o con los recuperadores...

Entre unas cosas y otras hemos pasado bien la espera, porque la hemos pasado hablando de fútbol, con el interés metido en el equipo, en lugar de en malos rollos. Y ahora, que ya nos toca, recuerdo que Damián González, mi luisólogo de cabecera, me dijo hace unos tres meses cuál iba a ser el equipo del Mundial: justo el que sale hoy, sin más cambios que Pernía (que ha convencido) por Antonio López y Xavi Hernández, ya recuperado, por Cesc. Así que lo que Luis ha hecho con las pruebas en los amistosos ha sido mantener a la gente en tensión y, como mucho, manejar variantes por si acaso.

Por lo que hasta ahora se ha visto, caray, tampoco hay nadie que nos saque del cuadro. Alemania marca goles pero también los cede, Inglaterra vive desordenada con Eriksson, Francia está vieja, Italia sigue siendo egoísta, Argentina se durmió ante Costa de Marfil y tampoco Brasil sembró el terror, al ganar a Croacia por la misma diferencia de goles que España, ya ven. Por muchas cosas malas que nos hayan ocurrido hasta ahora, no hay nada en el Mundial que nos impida soñar que esta vez sí puede ser la buena. Yo sólo hago una petición: si no vamos a ganar el Mundial, al menos juguemos bien al fútbol.