Nadie da sombra al botijo

Como si de un plan estratégico se tratase, Luis sigue utilizando los amistosos previos al Mundial para mandar mensajes. En el primero apostó por transmitir que seríamos una selección de toque y juego ofensivo. Luego, las circunstancias le hicieron recular en parte. La cita del pasado sábado sirvió para reivindicar el papel de Raúl en el equipo y, de paso, bajar la presión sobre su figura. Y el ensayo de hoy ante los croatas lo utiliza para decirnos que los suplentes en un Mundial pueden ser tan decisivos como los titulares, que nadie viaja a Alemania de turismo, que la competición obliga a tener a los veintitrés elegidos en las mejores condiciones.

Yno le falta razón. Repasen la historia de anteriores citas y verán que el equipo titular del primer partido se parece poco al que acabó jugando en cuartos, al margen de los posteriores resultados. Tengo claro que con Luis esas rotaciones serán mayores. Su carácter impulsivo y vehemente le hace despreciar los tonos grises, tampoco le preocupa en exceso el qué dirán como quedó claro en el caso Pernía. Es como si la autoridad que desprende le hiciera disponer de forma más libre, aunque ese crédito debería administrarlo con prudencia porque si vienen mal dadas le caerá todo de golpe. Me atrevo a decir que si algún suplente brilla hoy, puede jugar de inicio en el debut mundialista.