Hay que convencer a Torres

Solo hubo alguna pancarta aislada a favor del Niño Torres. La afición del Atlético está aburrida de tanta mediocridad, de tanto cuento, de no ver fútbol los domingos, y ya no le quedan ni ganas de gritar por su único ídolo. La temporada ha terminado por anestesiar hasta a la grada. Pero con pancartas o sin ellas, yo estoy seguro de que los atléticos quieren que sea el Niño quien lidere el próximo proyecto. A nadie le gustaría que se quedase fuera ahora que se anuncian las vacas gordas y llega un técnico con gancho y garra como el mexicano Aguirre. Los dirigentes rojiblancos tienen la virtud de sacarse palomas de la chistera cuando peor pintan las cosas. Y precisamente ahora, cuando se cierra una mala temporada, han puesto sobre la mesa nombres que despiertan ilusiones: Agüero, Rosicky y Aguirre. Y hay hasta quienes aseguran que lo mejor está por llegar.

Yo creo que el Niño tiene tiempo de meditar, de elegir el mejor camino. Da la impresión de que en el Atlético ha pasado lo peor. Si el futuro se despeja por fin, Torres no estaría mejor en ningún sitio que en el Calderón. Después de haber aguantado los peores momentos del club, incluidos los añitos en el infierno, el Niño Torres se merece llegar algún día al cielo vestido de rojiblanco. Los dirigentes atléticos tienen la obligación de convencerle de que tienen un proyectos sólido y que no se volverá a fracasar en el futuro. El Niño debe seguir siendo el icono de este club. ¿El duelo con el Betis? Como la temporada: un horror.