Sólo España discute a su mejor baza
Argentina es tierra conquistada. Antes lo fueron Inglaterra e Italia, que se lo quieren llevar a cualquier precio. Y desde Japón y Arabia han viajado periodistas para entrevistarle. En realidad, sólo queda España por rendirse de forma unánime a Torres. Es un fenómeno común: todos preferimos lo que no tenemos. Siempre he podido enumerar de corrido todos los defectos de mis novias y las virtudes del resto de chicas del mundo. Ahora, tal vez porque visten el prefijo ex, las veo estupendas y a las demás, un rollo. Torres lleva seis temporadas en nuestras vidas, domingo tras domingo, y hasta algunos ingratos aficionados rojiblancos han osado silbarle. Cada vez que eso pasa, el Niño salva al Atlético. Vez tras vez.
Y no olvido al resto. Madridistas envidiosos ante lo que no pueden tener (joven, en su peso...). Tanta gente que sólo le ve en los resúmenes del domingo y jalean cada remate fuera ("No tiene gol, no tiene gol..."). Esos expertos que siempre hallan un nuevo prodigio que venerar, un día Robinho, otro Gilardino, todos mayores que Torres y ninguno mejor cuando rueda el balón. ¡Despierten! Todos los países saben que Torres es la baza de España y nosotros andamos debatiendo si es mejor que, con todo el respeto, Tamudo. Yo sólo sé que mi nunca me canso de verle en el Atleti. Y tanta fidelidad en mí me escama. Me he hecho mayor. Y sensato. No se resistan: súbanse al caballo ganador antes de tener que hacerlo a rastras en el Mundial.