No hay que perder el optimismo

Llegados estos momentos de la competición, los equipos implicados en la lucha por permanecer en la máxima categoría comienzan a hacer las cuentas para la salvación, aunque algunos tienen que agudizar el ingenio para que éstas cuadren. En el caso particular de los cadistas, hay que recurrir a los antiguos pitonisos, aquellos que en la época dorada de los amarillos hacían sus particulares cuentas para conseguir el teórico milagro. Hoy las hacen a través de internet y lo distribuyen por e-mail, pero siguen siendo los mismos que mantienen la ilusión mientras tenga posibilidades de salvación. En la temporada 89-90, tras sustituir el inglés Colin Addison a David Vidal, hacía falta vencer en los cuatro últimos partidos y se consiguieron las cuatro victorias, pero lo mas inverosímil es que los cadistas sólo marcaron tres goles, ya que Manolo Hierro jugando para el Tenerife marcó en propia puerta el gol que significó el triunfo amarillo.

La afición se merece más de lo que se le ha brindado, pero de esto habrá tiempo para poner a cada uno en su sitio. Los jugadores y cuerpo técnico tienen que seguir recibiendo todo el apoyo y la confianza necesaria, porque son los únicos que pueden sacar las papas de fuego, aunque también sería bueno que reflexionaran ellos para saber si de verdad están poniendo todos ellos todo lo que llevan dentro con el único objetivo de apoyar al grupo. Si esto se hace de verdad, yo sigo siendo optimista como muchos aficionados.