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Hace tres años de aquel Centenariazo...

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Hace tres años ¿recuerdan? de la final del Centenariazo. Fue en el Bernabéu, el mismo escenario de hoy, los mismos equipos. ¡Qué recuerdos! El Depor nunca estuvo tan alto y casi puede decirse que el Madrid tampoco. Si perdió aquel partido fue por la superior condición del Depor de aquellos días (Valerón y Tristán estuvieron deslumbrantes) pero luego lo compensó ganando en serie la Champions, la Supercopa y la Intercontinental. El Superdepor, el Madrid Galáctico. Estos tres años han pesado sobre ambos clubes. En el Depor, Caparrós es un paracaídas que frena el descenso, a la espera de días mejores. El Madrid vive un Vía Crucis.

Soy un declarado admirador de Lendoiro, aunque algunas cosas de él no me gusten, particularmente su profunda afición a chapotear en los conflictos. Lo de su Depor ha sido un milagro continuado, que dura ya bastantes años. Incluso en su decadencia mantiene un empaque de gran equipo y hace gala de una solidez que le impide derrumbarse del todo. No está como le veíamos hace tres años, pero tampoco está del todo mal, y eso que arrastra la lesión grave de Valerón, que sobrevino justo cuando estaba recuperando su mejor nivel. Este Depor aún puede mirar a la zona Champions, pretensión que alimentaría mucho con una victoria hoy.

López Caro se ata los machos y vuelve a lo que le funcionó: Beckham-Guti-Zidane-Robinho como línea de creación en medio y desborde por los lados, respaldados por la fuerza bruta de Gravesen. Cicinho lateral, para desdoblar con Beckham, pareja que funcionó muy bien. Y arriba Ronaldo, con miles de ojos en su sólido cogote de obispo. Fernando Martín le quiere, Ancelotti le quiere, el Bernabéu no le quiere, pero quiere quererle. Un poquito más de movilidad y unos cuantos goles, que hacen mucha falta de aquí al final de la Liga, eso es todo lo que le piden. Quedan muchos puntos y caer del cuarto puesto sería un castigo tremendo.