Con ayudita, esfuerzo y suerte

Al Atlético le ha faltado muchas veces la suerte de los campeones, que es ese plus que te sirve para ganar los partidos cuando no estás bien, cuando tienes bajas importantes o cuando los cracks andan pasotas y sin inspiración. Ese plus a veces lo pone el árbitro, que se equivoca a tu favor, eso no es muy normal en el caso del Atlético pero a veces también ocurre. Ayer, por ejemplo. Al Atlético le regalaron un penalti que le valió para adelantarse en el marcador. Yo creo que a González Vázquez le equivocó su linier que vio un empujón a Colsa donde no lo había. Torres no perdonó. Quien sí se apiadó fue Leo Franco, que después de un paradón impresionante falló en una salida y facilitó el empate de Damiá. No importa. Hasta a los porterazos como Leo les pasan estas cosas.

El Atlético no se amilanó pese al contratiempo. El equipo quiere, lo intenta todo, está volcado para colarse en Europa y si le falta fútbol en algunos momentos, y ayer le faltó entre otras cosas porque salió sin Luccin, Ibagaza y Maxi, lo suple con el esfuerzo colectivo. Por eso al final se llevó los tres puntos gracias a un magnífico cabezazo de Pablo en un córner que sacó espléndidamente Petrov, que fue uno de los jugadores más enchufados del Atlético. Por la banda del búlgaro llegaron las mejores oportunidades para el equipo de Murcia. El Atlético sufrió pero salvó la papeleta y los resultados de la jornada le colocan más cerca de Europa. Esta vez el equipo tuvo la suerte, bienvenida sea, de los campeones y también alguna ayudita arbitral.