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El Barça se estará frotando los ojos

Un penalti fallado era el colofón más apropiado a un partido errático como el de anoche en Mestalla, en el que todo el mundo se equivocaba. Me imagino al Barça viéndolo desde el hotel y frotándose los ojos. ¿Estos son los que nos quieren alcanzar? Ante lo que ocurrió anoche, cabe dar al Barça por campeón aunque quiera completar la Liga con el filial. Del Madrid ya se sabía que anda convaleciente, pero del Valencia se podía esperar otra cosa. Y sin embargo falló tanto como el Madrid. Hasta los buenos fallaban. Cómo sería que vi jugar mal incluso a Villa, algo que me parecía imposible. Llegué a preguntarme si no se trataría de una suplantación.

¿Y lo de Mejuto? En la jugada chusca de la temporada se inventó no sé qué cosa rara para no pitarle un penalti a Sergio Ramos, que recogió el balón con la mano en su propia área creyendo, confundido, que el juego estaba parado. El único que lució en la noche trágica fue Cañizares, con una gran parada a cabezazo de Baptista más la del penalti, que Ronaldo telegrafió y tiró sin potencia, pero en la que el buen meta (está alcanzando un nivel óptimo en las últimas semanas) puso su parte del mérito: estudia mucho los lanzamientos de los rivales. Se quedó con el balón y le dejó a Ronaldo sin un gol que necesita mucho, mucho, mucho.

Porque Ronaldo fue suplente ayer, como Cassano. El titular fue Raúl, que tampoco está para nada. Se quiera o no, salta a la cabeza el hecho, una irregularidad evidente, de que López Caro comparta representante con Raúl (y con Michel Salgado y algunos más). Se llama Ginés Carvajal y de él va a depender que López Caro tenga o no un buen equipo al que entrenar el año que viene. Así son las cosas y por ahí vienen las malicias. Y lo cierto es que con Ronaldo y Cassano en el campo pasaron cosas que antes no habían pasado. Sobre todo, el jugadón entre ambos que dio lugar al penalti. Pero Ronaldo lo falló y quemó el mérito de la jugada.