El Atlético y su plan de relanzamiento

El Atlético vive días felices, golea y divierte, lleva seis victorias seguidas, algo que no sucedía desde hace catorce temporadas. El efecto Murcia le ha llevado a la parte alta de la clasificación justo cuando tiene que visitar a su eterno enemigo. El Atlético llega en un momento dulce al Bernabéu. El equipo empieza a funcionar, y en los despachos el club también tiene un plan para recuperar toda su grandeza. Va quedando lejos la época de la judicialización, el descenso es cada vez más un mal recuerdo. El club trabaja para construir un futuro en el que disponga de medios para mejorar la plantilla y para crear un ambiente más exigente para ella.

Porque durante esos años de la judicialización parecía que al Atlético le bastaba con sobrevivir. Desapareció la exigencia y la plantilla tendió a relajarse. Ahora desde el club se plantea un relanzamiento como sociedad muy bien orientado. Una ciudad deportiva en Alcorcón, que se financiará con la edificabilidad en zonas aledañas. Alcorcón gana, porque incorpora un nuevo foco de atracción a la ciudad, y el Atlético gana, porque obtiene una ciudad deportiva a coste cero. Una ciudad social en alguna otra población de la periferia, a cambio de instalar en ella su resucitada sección de balonmano. Y la joya del proyecto: el estadio nuevo.

Ya que el Ayuntamiento quiere reordenar la zona del Manzanares, se trata de aprovecharlo. El Atlético ha unido sus terrenos a los de la Mahou, con los que lindan, y presenta un proyecto de urbanización elegante, diseñado por una celebridad mundial de la materia. Si sale adelante, el Atlético obtendrá dinero para saldar su deuda y para construir un estadio nuevo, en terrenos de Campamento, muy cerca de la ciudad deportiva de Alcorcón, pero aún en Madrid. La Peineta, que no gustaba, queda olvidada. El plan es bueno y bien razonado. La pelota está en el tejado del Ayuntamiento, que me parece que está obligado a decir sí.