Hoy ganará el 'espíritu de Woody'
Ha transcurrido una semana pero parece que fue ayer. El relámpago del Trueno Cicinho (1-0), el latigazo de Robinho (2-0) y el gol de tobillo de Ronaldo (3-0). Diez minutos de gloria y de reivindicación para un equipo harto del divismo que se le achaca y de la falta de fe en sus lealtades futbolísticas. Y en esta faceta entra en juego Woodgate. Un tipo del que todos recelábamos con razón. Fue fichado por una enormidad de dinero a pesar de arrastrar dos lesiones muy serias (la peor es la de la espalda). Pero Woody, que no tuvo la culpa de esa arriesgada apuesta del club (costó 22 millones de euros), supo aguantar un año en blanco hasta reajustar su musculatura, secarse las lágrimas por el dolor de las horas muertas en el gimnasio y gritar su inocencia con el único lenguaje que conoce: el del fútbol. Ante el Zaragoza buscó el 5-0 como un poseso. Habría invadido el campo para abrazarlo si llega a conseguirlo. ¡Qué buen tío!
Les digo más. Hace unas semanas me dijo una voz de peso dentro el vestuario: "Tomás, aquí muchos llevan la fama, pero si te digo que Woody es uno de los cuatro jugadores más comprometidos con la causa me quedo corto. No para de animar a los compañeros y habla del Madrid como si fuese la chica de sus sueños. Es un jabato". El Bernabéu quiere a Jonathan porque se lo merece. Por eso le pido a Ronie que esta noche, tras el 4-1 al Arsenal (con dos goles suyos) se tome una caña conmigo y le explicaré rápido cómo logrará enamorar al pueblo. Así no, desde luego...