Las verdades y el látigo de Lotina

Decían muchos futbolistas del Espanyol durante la semana, con la boca medio cerrada, que las sensaciones eran buenísimas y que se veían con posibilidades de lograr algo positivo en el Bernabéu. Pronto se vio que no sería posible. Quitando los primeros doce minutos, el equipo de Miguel Ángel Lotina no existió. Nunca. Desde ese momento, dio la sensación de que los futbolistas barceloneses comenzaran a colgarse del larguero y a pensar con qué estrella blanca iban a cambiarse la camiseta. Es decir, todo lo contrario de los que les pidió Lotina en la previa del partido.

Dani Jarque y Gorka Iraizoz fueron los únicos que se salvaron en la negra noche de ayer. Al grupo le faltó ambición y compromiso. Eso lo dijo Moisés Hurtado nada más acabar el partido. Pero siguió. En un alarde de sinceridad dio en el clavo cuando puntualizó que sí gana, todos se suman al carro, pero cuando las cosas van mal dadas, más de uno se borra. Duro, pero cierto. Así que, con todo este panorama, el equipo debe afrontar la ida de las semifinales de la Copa ante el Deportivo el próximo jueves. ¿Estará de acuerdo Lotina con las palabras de Moisés? Veremos si de una vez saca su látigo.