Otro paso atrás del ciclismo

Nuevo golpe al ciclismo con el anuncio de que la Setmana Catalana desaparece y la de Aragón, casi. Dicen que es por el ProTour, por la falta de dinero, porque las audiencias del ciclismo en televisión han bajado. Todo esto, que es verdad, no debe impedir llegar al fondo de la cuestión. El ciclismo lo que ha perdido es credibilidad. Credibilidad por culpa del doping. Los patrocinadores dejan el ciclismo para no ver asociada su imagen al doping y los telespectadores contemplan las carreras con cierto escepticismo. Luego están los problemas propios de estas carreras. Heras, Frigo o Simoni fueron los reclamos de la Setmana el año pasado y luego lo que hicieron fue entrenarse mientras los triunfos eran para Corioni, Murn o Hunter.

En cualquier caso estas carreras tienen ganado su espacio en la televisión. Los 602.000 telespectadores de la Setmana son los mismos que tiene el Panathinakos-Madrid de Euroliga. Y es que las audiencias de estas carreras no son inferiores a las de otros deportes. Las de la Vuelta a Mallorca, a Murcia, a la Comunidad Valenciana, al País Vasco, a Aragón y la Volta tienen sus equivalencias en el Akasvayu-Madrid de la ACB, en el Nadal-Muller del Godó, en la final de longitud de los Mundiales, en el Supercross de motos, en el Ciudad Real-Veszprem de balonmano y en el España-Hungría de fútbol sala. Si los patrocinadores no huyen de estos deportes ¿por qué se van del ciclismo cuando las audiencias son similares? Pues sólo hay una razón: el doping.