Odio al amarillo y a Central

Maxi casi se puso a llorar el día que vio los colores de la segunda equipación del Atlético. Amarilla y azul, como Rosario Central. No lo soporta. Es tal la tirria que le tiene, que cuando los colchoneros tienen que cambiar la rojiblanca, el medio no duda en vestir otra interior una con inscripciones en rojinegro, como Newell's, el club que ama y por el que se dejaría la vida. Confirmadísimo.

Hace unos meses, después de un clásico de Rosario (Ñuls contra Central), los aficionados rivales no dudaron en lanzar botellas al frontal de la casa en la que vive la familia Rodríguez. Su abuela Beatriz pidió calma y al final la consiguió. Y es que cuando Maxi visita Rosario, apenas puede salir a la calle: si se encuentra con aficionados de Newell's, no dejan de pedirle autógrafos; si son de Central los que se cruzan, le hacen correr más de lo debido. De ahí esa rabia al azul y amarillo. ¿Lo entienden?