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Veo a Capello en globo...

La carta de peticiones de Capello ha espantado tanto que casi se puede decir que está fuera de concurso. Pedía los fichajes de Gerrard, Vieira, Ibrahimovic y Adriano, solicitud cuya factura es como para echarse a temblar, pero que entra dentro de lo razonable. Y ya se sabe: el que algo quiere, algo le cuesta. Pedía también para sí mismo unos ingresos bestiales, que se pueden sintetizar de la siguiente forma: un euro más que el jugador que más gana. Capello entiende que es difícil que le obedezca a uno alguien que gana más dinero, que tiene mejores coches, mejores casas, mayores oropeles. Así que pide un euro más que el que más. Bueno, pues vale.

Pero luego está el asunto de las bajas: Michel Salgado, Helguera, Roberto Carlos y... Ronaldo. Florentino estaría dispuesto a discutir sobre las tres primeras. Para Michel Salgado ya hay sustituto, Cicinho, al que el Bernabéu ha acogido con gozo. A Roberto Carlos se le tiene buscado repuesto en Cole. A Roberto se le quiere, sí, porque es entrañable y porque aún hace goles como el del domingo, pero se sabe que su recorrido ya no es largo y se espera para él un final económicamente feliz en un fútbol exótico como Qatar. A Helguera se le acaba de renovar pero tampoco habría resistencia a buscarle una salida que le diera dinero y un final feliz.

Pero lo de Ronaldo es otra cosa. Ronaldo es carne y sangre del proyecto galáctico, como lo son Zidane y Beckham. Contra Zidane no va Capello, porque sabe que su intención es marcharse después del Mundial. Contra Beckham tampoco, porque su fútbol, brioso y urgente, le gusta. Pero Ronaldo... Para Florentino, ceder en este sentido sería como ceder la soberanía sobre el proyecto. Hace algunas semanas estaba tan desesperado que lo hubiera hecho, pero ahora no es el caso. Ahora el Madrid gana partidos, y sin delantero centro. Su idea es que esto mismo más Ronaldo se traducirá en un equipo invencible. Así que veo a Capello en globo.