La Catedral perdonará sus pecados
Ahora que estamos apurando los fastos navideños y la ingesta es generosa y feliz, prefiero ver la botella medio llena. Cierto que el Madrid de Caro ha acudido al mercado de invierno para contratar dos futbolistas que no cubren las necesidades (ya había tres laterales derechos y cinco mediapuntas), pero Cicinho y Cassano son jóvenes, talentosos y con hambre. Cicinho (25 años) llega como campeón del Mundo con el Sao Paulo, sube la banda con la facilidad con la que el AVE te planta en Sevilla en dos horas y es un carrilero ofensivo que sabe ponerla. No la rifa, asiste. Cassano no se ha visto en otra y eso ayudará. Es jugón de barrio, trilero ante los zagueros rivales y ambicioso. Sólo un pero. Lástima que no sea delantero centro y que no pueda suplir a Ronaldo.
Para eso ya está Soldado, un ariete con trapío, pegada, buen despliegue en el área y contundencia en el remate. Vamos, que si se llamase 'Soldini' hoy lo presentaban a bombo y platillo. Pero es un simple soldado de la cantera, sin galones ni más padrino que sus goles. Aunque esta noche meta tres en San Mamés (tiene dinamita para ello) me resigno a verle el año que viene hinchándose a firmar goles con el Zaragoza o el Celta. Lástima que en el club no crean tanto en la cantera como yo. ¡Estúpido idealista! La Copa es especial y si enfrente está Clemente más (me consta que la gran frustración de Javi es no haber entrenado nunca a los blancos). Morbo en La Catedral. Espero que a mi desorientado Madrid le perdonen allí todos sus pecados